Tu cuarto puede ser un factor determinante para ayudar al amor. Orden, decoración y algunos toques mágicos pueden colaborar a que este nidito sea ideal para el relax y el amor.
Con sólo dar un vistazo objetivo del panorama de tu habitación te vas a dar cuenta si necesita estas recomendaciones. ¿Una pila de libros en la mesita de noche, ropa en la cama, cremas desparramadas por todos lados, cargadores de celular y muchas cosas fuera de lugar? Totalmente alejado de un cuarto que inspira a un encuentro íntimo y cálido con tu pareja.
Un estudio realizado por la Universidad de Minesota encontró que los techos o cielos rasos más altos provocaban pensamientos más creativos, a diferencia de aquellos más bajos, que ayudaban a una mayor concentración en los detalles. Si la rutina te agobia, te recomendamos pintar el techo de tu cuarto con algún tono más oscuro que el color de las paredes, para lograr un efecto óptico, de modo que parezca más cercano. Si en cambio, sos dispersa y solés dar mil vueltas para todos, elegí tonos más luminosos, como por ejemplo, un gris muy claro para complementar paredes color petróleo o cemento.
Las luces fuertes son muy ingratas a la hora de mostrar defectos y suelen ser muy frías. Por eso, a la hora de iluminar, la mejor opción es tener una lámpara con dimmers, a las que se les puede graduar la intensidad según la necesidad. Son fáciles de instalar y logran una iluminación íntima y bastante ideal para relajarse. Otro punto importante son los colores de las pantallas de las lámparas. Idealmente, colocá pantallas de color ámbar, salmón o rosa, colores con propiedades relajantes; mientras que el naranja y el ocre aumentan la exaltación.
Como en casi todos los órdenes de la vida, en la decoración también aplica la famosa frase “menos es más”.
Para crear un ambiente distinto al de todos los días, genera una escena romántica, podés distribuir fanales con velas para dar distintos tonos de luces y sombras y darle calidez a la habitación.