¿Qué celebramos?
Desde 1975, cada 8 de marzo se conmemora “la lucha histórica por mejorar la vida de la mujer”, pero, ¿por qué se celebra este día?
Podría decirse que desde la antigua Grecia, la mujer ha buscado ser reconocida por el hombre como su par. Basta leer “Lisístrata” de Aristófanes, la cual plantea la primera rebelión femenina en la literatura, para entender que la lucha por el reconocimiento de la mujer en la sociedad no es reciente.
No obstante es con la Revolución Francesa y su mensaje Liberté, égalité, fraternité que ha acompañado a la República desde 1791, cuando las molestias por las desigualdades comienzan a hacerse notorias en las calles. Las mujeres parisinas decidieron marchar hacia Versalles exigiendo el sufragio femenino y ser incluidas en ese lema, si no, la “Libertad, igualdad, fraternidad”, sería más bien una premisa excluyente y desigual, (y así fue por muchos años).
Pero no fue sino hasta el 8 de marzo de 1857 cuando las mujeres salieron a las calles y demostraron que nada tienen de “sexo débil”. Un grupo que trabajaba en la industria textil de Nueva York, en Estados Unidos, decidió protestar por los bajos salarios y las condiciones labores inhumanas en las que estaba. El mismo día pero de 1908, 15 mil mujeres manifestaron por las calles de Nueva York para exigir un recorte del horario laboral, mejores salarios, el derecho al voto y el fin del trabajo infantil.
A partir de allí, comenzó una lucha que no ha tenido fin y que busca no solo la igualdad con el hombre, sino también, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona. Cada 8 de marzo es un día para hacernos conscientes sobre los aportes que hacen a diario las mujeres en la dinámica global, los lugares conquistados y las luchas que aún deben pelearse para lograr visibilidad, respeto y equidad. ¡Celebremos a las mujeres, pero sobre todo, honremos la energía femenina de la que venimos y que trasmitiremos a otras generaciones!
El Día de la Mujer debería ser para cada una de nosotras, cada día, cada momento, cada logro. Ser fuertes y sensibles. Ser dueñas de nuestros sueños y logros. Sentirnos plenas en cada paso. En Figurella, trabajamos con y para esas mujeres, para que la belleza sea algo mucho más profundo, un cambio real desde nuestro mundo interior. Un terreno ganado que va mucho más allá de la estética. Cada una de nosotras escribe una lucha personal además de la grupal, de género. ¡Aquí te esperamos! Conocenos y hacé cada uno de tus días, ¡TÚ DÍA!