Muchas veces consumimos productos pensando que nos ayudarán a mantenernos delgadas y saludables, sin advertir que en realidad, estamos boicoteando nuestra dieta.
Está comprobado, los alimentos “light” no son sinónimo de “saludable”. ¿La razón? Algunos productos contienen menos calorías, pero no menos grasas o azúcares. ¿Cómo evitar caer en la trampa? Siguiendo estos consejos:
1.- Aprendé a leer la etiqueta. Para que un producto sea “light” debe haber reducido 25% de algún nutriente. Sin embargo, esto no significa que tenga menos calorías o que no engorde. Por ejemplo, un postrecito “light” tiene 25% menos de grasa, pero los gramos de azúcar se mantienen iguales a la versión original, incluso algunos alimentos pueden tener el doble de azúcar o más calorías. Por esa razón, ¡revisá el contenido nutricional de las etiquetas!
2.-“Light” no es igual a “saludable”. Muchos de estos productos están elaborados con químicos artificiales, altas cantidades de sodio o aditivos dañinos para el organismo que reducen las calorías, pero mantienen el sabor. Pareciera que te sacaste la lotería, pero en realidad estás perjudicando a tu cuerpo. Un consejo Figurella: si no podés pronunciar los nombres de más del 50% de los ingredientes, ¡evitalo!
3.- Cuidado con el engaño de las porciones. Estás en el super, elegís un paquete de galletas de avena y pasas, leés la etiqueta y ves que son bajas en hidratos, azúcares y colesterol. ¡Ideales! Pero, antes de no dejar ni las migas, revisá cuántas porciones trae. Por lo general, los datos de la etiqueta equivalen a una porción que suele ser de dos galletas, sí, ¡dos! Leé la letra chica y sacá cuentas antes de festejar.
4.- No abuses de los productos “light”. Compraste un cereal cuya porción es ¾ de taza y te gustó tanto que querés repetir. El pensamiento más recurrente es: “dos productos light equivale a comer un producto regular”, ¿no? ¡Cuidado! Lo más probable es que esas dos raciones de cereal tengan más calorías y azúcares que las que tendría comer una sola porción de la versión no-light.
5.- Buscá el equilibrio. No se trata de alejarte de los productos light (algunos son deliciosos) sino de saber realmente qué estás consumiendo. Cuidá las porciones que comés, buscá opciones que tengan mayor cantidad de ingredientes naturales y asesorate con las mejores expertas. En Figurella, proponemos una alimentación saludable consciente, acompañada de ejercicio y seguimiento personalizado. ¡Te esperamos con un plan que se adapta a tus necesidades y requerimientos!