Empieza el día y la rutina. Generalmente, el tiempo es poco y el apuro, mucho. ¿Desayunás antes de salir? ¿Lo dejás para hacer en el trabajo más tarde cuando ya estés tranquila? ¿Optás por algo rápido como una barra de cereal y un café de parada? ¿O te tomás un tiempo para comer fruta variada, cereal, una tostada de pan integral, un jugo o un yogurt?
Probablemente, la última opción sea la menos usual. En ese caso, ¡cuidado! Algo no está funcionando y tenemos que empezar a modificarlo.
Por si no lo sabías, el desayuno es la comida MÁS importante del día. Así que si dejás de desayunar, ni estás contribuyendo a mantener tu peso ideal, ni le estás haciendo un bien a tu cuerpo.
La primera comida del día debe proporcionarle a tu cuerpo el 25% de sus necesidades nutricionales, y cuando este aporte es menor, tu cerebro no funciona de la misma manera. Esto se puede ver reflejado en fallas en tu memoria, desconcentración, irritabilidad, agotamiento, entre otros problemas.
Pero esto no es todo lo grave del asunto. Al salir corriendo de casa sin comer lo que tu organismo requiere, es muy probable que caigas en el error de comer luego alimentos rápidos que sólo te aportan grasas poco saludables.
Entonces, ¿qué deberíamos comer al desayuno? Lácteos, cereales o tostadas de pan integral, frutas variadas o jugos. Así tu cuerpo recibirá una buena porción de vitaminas, zinc, calcio y hierro.
En Figurella te enseñamos a alimentarte de forma saludable con nuestro equipo de Licenciadas en Nutrición. Una correcta combinación, elegida con sabiduría, será una aliada para tu cuerpo y te ayudará a alcanzar tus objetivos de la forma más placentera.